Cómo son las reglas en la premenopausia

¿Te ha pasado que vas tranquilamente por la calle y sientes que tu periodo llegó antes de lo normal? O pasaste algún susto porque tu regla no aparecía y pensaste: ¡Será que estoy embarazada a esta edad!

No te asustes, la premenopausia es una etapa de cambios en el cuerpo que pueden tomarte por sorpresa. Y uno de los más significativos es el de tu ciclo menstrual.

Y es que los periodos predecibles que tuviste la mayor parte de tu vida, comienzan a volverse irregulares, abundantes o escasos.

Aquí descubrirás cómo son las reglas en la premenopausia, sus causas y qué hacer para vivirlo con total normalidad.

Este contenido es informativo. Si experimentas cambios drásticos en tu ciclo menstrual, busca la orientación de un médico para descartar cualquier afección.

¿Qué causa la inestabilidad de la regla en la premenopausia?

Durante la premenopausia, tus ovarios empiezan a reducir gradualmente la producción de hormonas sexuales, especialmente estrógeno y progesterona. Esto puede afectar el patrón regular de tu ciclo menstrual.

¿Qué factores específicos están detrás de la irregularidad menstrual en esta etapa?:

Ausencia de ovulación: a medida que te acercas a la menopausia, es posible que tengas ciclos menstruales sin ovulación. Esto afecta la regularidad de tu regla y causa cambios en la duración y el flujo.
Fluctuaciones hormonales: tus niveles hormonales pueden fluctuar de manera impredecible, lo que te lleva a ciclos menstruales más cortos o más largos, períodos más abundantes o más leves, e incluso manchado entre períodos.
Desequilibrio del hipotálamo y la hipófisis: los niveles más bajos de hormonas sexuales femeninas afectan la regulación de estas glándulas en el cerebro que controlan el ciclo ovárico.
Adelgazamiento del revestimiento uterino: a medida que tus niveles de estrógeno disminuyen, el revestimiento del útero puede volverse más delgado, causando cambios en la duración y el flujo de tu regla.
Enfermedades subyacentes: la irregularidad menstrual durante la premenopausia puede estar relacionada con afecciones médicas subyacentes, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), hiperplasia endometrial o fibromas uterinos.

Cómo son las reglas en esta etapa hormonal

Duración de las reglas

Cortas, largas, irregulares o ausentes

¿Has notado que tu periodo se ha vuelto un invitado inconstante en tu vida?

La irregularidad en los ciclos menstruales es bastante común durante la premenopausia, y puede manifestarse con periodos erráticos.

Pero, ¿qué significa realmente?

En los primeros meses de la premenopausia, los ciclos menstruales pueden durar menos de 28 días, debido a que el ovario ha dejado de ser regular en sus funciones porque los niveles de estrógeno y progesterona suben y bajan sin un patrón coherente.

También puedes presentar ciclos menstruales de 2 a 4 días, debido a que se acorta la duración de la fase folicular (la primera parte del ciclo menstrual) cuando la ovulación sucede más rápido. O por una reducción en la duración de la fase lútea, que disminuye en la producción de progesterona en el ovario después de la ovulación.

Si has esperado más de treinta y cinco días entre periodos, tu ciclo es demasiado largo. Esto puede ser una señal de que tu cuerpo no está produciendo las dosis adecuadas de hormonas clave, como la foliculostimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), para iniciar la ovulación.

También es posible que tus niveles de progesterona estén más bajos de lo normal, lo que dificulta que tu útero se deshaga de su revestimiento.

Los ciclos largos también pueden ser indicadores de trastornos en las glándulas suprarrenales o en la hipófisis. Estos desequilibrios hormonales pueden tener un impacto significativo en tu bienestar.

Si has pasado dos meses sin menstruación, es una señal importante que no debes ignorar. Este tiempo prolongado sin tu periodo puede indicar una deficiencia de estrógeno o un problema en la función de la tiroides. Ambas situaciones requieren atención médica para abordar el problema hormonal subyacente.

Si tu ciclo menstrual se ha esfumado por más de sesenta días, es momento de tomar acción. Puede que estés enfrentando uno o más de los problemas mencionados anteriormente. También debes considerar que la falta de suficiente grasa corporal puede afectar tu ciclo y su regularidad.

Cantidad de flujo

Flujo intenso y espeso

Durante la premenopausia, es común experimentar sangrados intensos.

También llamado menorragia, se caracteriza por la pérdida de 80 ml o más de sangre durante el período.

Se debe a que los niveles variables de estrógeno y progesterona pueden hacer que el revestimiento uterino se espese demasiado, causando un flujo menstrual más prolongado e intenso cuando se desprende.

¿Cuándo se considera flujo "fuerte"?

Si empapas una toalla cada hora.
Necesitas usar el doble de protección (tampones y toallas sanitarias juntos)
Debes cambiarlos durante la noche.
Sangras más de 7 días seguidos
Hay coágulos del tamaño de una moneda.

Quizás te parezcan preocupantes estos sangrados, pero son bastante comunes en esta etapa. Sin embargo, consulta al médico si notas un cambio muy marcado.

Flujo suave

La disminución de los niveles de estrógeno puede tener un efecto en el revestimiento del útero, también conocido como endometrio.

Durante el ciclo menstrual, el endometrio se engrosa en preparación para un posible embarazo y se desprende durante la menstruación si no se produce la fecundación.

La menopausia puede hacer que el endometrio se vuelva más delgado y menos vascularizado, lo que a su vez puede reducir el flujo sanguíneo hacia el útero.

Este cambio puede resultar en una disminución en el flujo menstrual o incluso en la ausencia de ella.

Cambios de color

¿Sabías que el color de tu flujo menstrual puede decirte mucho sobre tu salud hormonal?

Puede sonarte un poco desagradable, pero observar el color de tu toalla sanitaria o tampón puede proporcionarte pistas valiosas.

-Rojo: si tu flujo menstrual muestra un tono vibrante, como cereza o arándano, y no presenta coágulos, ¡es una señal prometedora! Indica que tus hormonas están en equilibrio y tu cuerpo funciona correctamente.

-Púrpura: un tono púrpura oscuro con coágulos, es una señal de que tus niveles de estrógeno están desproporcionadamente altos en comparación con la progesterona.

Esto puede resultar en un revestimiento uterino más grueso de lo normal, lo que se traduce en períodos más intensos y síntomas premenstruales más pronunciados.

Además, puede relacionarse con otras condiciones menstruales, como miomas, quistes o endometriosis. Los niveles crónicamente elevados de estrógeno también pueden aumentar el riesgo de enfermedades como disfunción tiroidea, cáncer de mama o de ovarios.

-Marrón: puede que tengas déficit de progesterona, lo que significa que el útero no se deshace por completo de su revestimiento y los residuos se oxidan, generando ese color.

Este tipo de flujo puede aumentar el riesgo de períodos más largos o incluso la falta de ellos.

Además, generar en las mujeres cambios abruptos de humor, ansiedad, depresión, poca concentración, trastornos del sueño, dolores de cabeza y disminución de la libido.

-Rosa: si tiene un delicado tono rosa al inicio y al final de tu periodo, es señal de que tus niveles de estrógeno son demasiado bajos.

Esto indica que tu cuerpo no está produciendo suficiente de esta hormona femenina, lo que puede afectar la formación adecuada del revestimiento uterino en cada ciclo. Por eso, puedes experimentar períodos más cortos.

Manchado entre períodos

Experimentar manchado o sangrado entre períodos menstruales puede ser desconcertante, especialmente durante la premenopausia, pero tiene sus razones:

Las fluctuaciones hormonales: durante la premenopausia, tus niveles hormonales pueden volverse irregulares. Esto puede causar cambios en el revestimiento del útero, lo que puede llevar al manchado o sangrado inesperado entre tus ciclos menstruales regulares.
Períodos anovulatorios: es común que tengas ciclos en los que no produces la ovulación, dando lugar al manchado o sangrado entre períodos.

Es importante que recurras a tu médico, ya que el manchado puede presentarse también por enfermedades de transmisión sexual, fibromas uterinos o trastornos de la coagulación.

La alimentación es clave para reglas más equilibradas

Durante las reglas en premenopausia, aumentar la ingesta de proteínas y grasas saludables puede compensar los niveles hormonales bajos y estabilizar la energía y el estado de ánimo.

Proteínas: como carne roja, huevos, legumbres, las alubias rojas y el trigo sarraceno. Son ricas en aminoácidos que ayudan en la producción y liberación de hormonas en el cuerpo.
Grasas saludables: frutos secos, aguacate, semillas, pescado graso y aceite de oliva. Han demostrado que mejoran la producción de progesterona y testosterona, reduciendo los problemas ovulatorios.
Verduras y frutas con bajo índice glucémico: berros, brócoli, arándanos, moras, manzanas. Mantienen estable el azúcar en la sangre, aportan fibra y antioxidantes.
Pescado: bacalao, salmón, sardinas. Aportan minerales como el hierro y el zinc, perdidos durante la menstruación. Estudios demostraron sus propiedades remineralizantes.
Algas marinas: Nori y kelps. Proporcionan minerales perdidos durante el periodo.
Legumbres: alubias rojas, lentejas. Restauran la sangre y los riñones, aliviando los síntomas, según la medicina tradicional china.

Otros tratamientos naturales para la regla en premenopausia

Suplementos de vitamina como el grupo B, C, D, Vi y magnesio: estudios demostraron que pueden ayudar a aliviar síntomas como dolor menstrual, fatiga, irritabilidad y depresión durante la regla.
Extracto de cúrcuma: tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación durante la menstruación.
Suplementos de aceite de pescado: los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar el estado de ánimo durante el período.
Fitoterapia: hierbas como el regaliz negro, la angélica, la frambuesa y la zarzaparrilla tienen evidencia de que pueden aliviar síntomas como dolor y náuseas menstruales.
Acupresión: el masaje con acupresión en puntos específicos del cuerpo puede aliviar temporalmente el dolor menstrual y mejorar la circulación.
Ejercicio: Hacer ejercicio regularmente ayuda con el metabolismo hormonal y la circulación, lo que puede ayudar a reducir los síntomas menstruales.