Aunque creas que estresarte es una parte normal de tu vida, no tienes que aceptarlo como una carga inevitable.
Aquí descubrirás 10 claves para reducir el estrés, desde simples ajustes en tu rutina diaria hasta prácticas poderosas para recuperar tu equilibrio y la ansiada paz interior.
Llegó tu momento de dejar atrás la tensión. Comencemos este camino juntos.
Un paseo relajante
Caminar sin prisas y apreciando lo que te rodea, no solo te desconecta de las tareas y preocupaciones diarias, sino que actúa como una terapia hormonal, natural e instantánea.
Mientras caminas, tu cuerpo reduce los niveles de cortisol, la "hormona del estrés", haciéndote sentir más relajada y tranquila.
Además, liberas endorfinas, unas sustancias químicas segregadas por el cerebro que actúan como analgésicos naturales y generadores de bienestar.
Si quieres intensificar la sensación de calma durante tus recorridos, camina descalza sobre arena, césped o piedras lisas. Esta práctica se conoce como grounding, y ha demostrado que reduce los niveles de estrés y ansiedad.
Solo necesitas 15 minutos de paseo al día para marcar una diferencia en tu vida.
Pasar tiempo en la naturaleza
Recuerda alguna vez que escuchaste las olas del mar, caminaste por una montaña o, simplemente, admiraste el azul del cielo. ¿Cómo te sentiste después?
Conectar con la naturaleza saca de tu mente las tareas y preocupaciones diarias, gracias a sus poderosos beneficios. Mira lo que dice las investigaciones:
- Pasar unos minutos al día entre plantas y paisajes naturales mejora el estado de ánimo y la concentración.
- Te motiva a hacer más ejercicio y otras actividades al aire libre, beneficiando tu estado de ánimo.
- Los espacios verdes se asocian con menos problemas de salud como presión arterial alta, depresión y ansiedad.
- Además, la vitamina D que obtienes del sol ayuda a producir estrógenos y progesterona, dos hormonas esenciales para el equilibrio hormonal de las mujeres, en especial después de los 40 años, cuando la premenopausia suele aparecer.
Meditar
Muchos piensan que meditar es para santos o maestros budistas. Pero cada día se le encuentran más propiedades antiestrés para todas las personas.
Tanto así, que un estudio publicado por la revista Biological Psychiatry encontró que además de reducir el estrés y mejorar el bienestar, meditar reconecta el cerebro, ¿lo puedes creer?.
Existen muchos tipos de meditación que puedes aprender en algún curso o en YouTube. Pero, para que no te estreses, comienza con estas técnicas sencillas:
- Respiración consciente: observa cómo entra y sale el aire, relajando tu mente y cuerpo con cada ciclo respiración.
- Mediante la música: concéntrate plenamente en la música para vaciar la mente de otros pensamientos.
- Tus pasos al caminar: presta atención a cada paso que das y vincúlalo con tu respiración.
Hazlo unos pocos minutos al día y aumenta gradualmente la duración de tus sesiones a medida que te sientas más cómoda. Te encantarán sus efectos.
Escuchar música relajante
¿A quién no le ha sucedido que escucha su canción suave favorita en momentos de tensión y, casi de inmediato, se pone de mejor humor? ¡Está científicamente comprobado que nos pasa a todos!
Sucede así: cuando escuchas tu lista de reproducción con melodías suaves y tranquilas, tu cerebro lo interpreta como una señal para relajarse.
Eso no es todo, escuchar música relajante ayuda a liberar dopamina, el neurotransmisor de la felicidad, que está asociado con sentimientos de satisfacción y placer.
Hacer ejercicios de respiración
Los ejercicios de respiración son una de las herramientas más poderosas antiestrés.
Es más, existen ejercicios de respiración que equilibran las emociones desbordadas y los momentos de tensión casi de inmediato.
Prueba con alguna de las tres principales técnicas de respiración:
- Respiración cuadrada: inhalar y exhalar contando hasta cuatro, aumenta la concentración, relaja el sistema nervioso y reduce el estrés.
- Respiración abdominal: Infla el diafragma, no el pecho. Haz seis a diez respiraciones profundas y lentas durante 5 minutos al día.
- Relajación muscular progresiva: inhala contando hasta cinco mientras tensas una zona del cuerpo y exhala contando hasta cinco mientras la relajas. Repite para diferentes zonas del cuerpo.
Acurrucarte con alguien querido o tu mascota
Después de un día agotador y estresante, nada como acurrucarte con tu pareja o con tu mascota para que todo lo negativo se desvanezca.
Existe una explicación científica para esta simple, pero deliciosa acción.
Primero, libera oxitocina, la "hormona del amor", que reduce el estrés, la ansiedad y promueve la conexión emocional.
Luego, porque disminuye la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que te relaja y te hace sentir en paz.
Así que estrésate menos y acurrúcate más.
Ríete
¿Has notado lo relajada que te sientes después de un ataque de risa? Reírse no solo es terapéutico, sino una fuente de salud y bienestar.
Mientras te agarras el estómago de tanto reír, se está produciendo un efecto fisiológico positivo en tu cuerpo:
- Tus hormonas del estrés se normalizan.
- Produces más anticuerpos y endorfinas, que actúan como ansiolíticos naturales.
- Eliminas los pensamientos negativos.
- Relajas tus músculos durante, aproximadamente, 30 a 45 minutos.
Practicar yoga
Esta práctica milenaria es un entrenamiento suave para tu cuerpo y una terapia para tu mente.
Así lo reveló la Universidad de Harvard, después de descubrir que practicar yoga aumenta la producción de endorfinas y lleva más sangre oxigenada hacia el cerebro.
Además, eleva los niveles de una sustancia química cerebral llamada GABA, que se asocia con un mejor estado de ánimo y la disminución de la ansiedad.
Y como aumenta la flexibilidad, distiende los músculos tensos por el ajetreo diario
El yoga también te invita a la conexión mente-cuerpo mediante la respiración, con lo que reduce la ansiedad y aumenta la conciencia de ti misma.
¿No has probado el yoga todavía? Nunca es tarde para iniciar.
Recibir un masaje
Una habitación cálida, luces tenues, un aroma delicioso y un par de manos expertas que se deslizan sobre tus músculos tensos.
Recibir un masaje es una terapia efectiva para reducir el estrés y la tensión, por muchas razones:
- El simple acto de tocar metódicamente los músculos y la piel, invita al cuerpo a sumergirse en la relajación.
- Disminuye la tensión muscular, aumentando la elasticidad de los tejidos y estimulando el sistema nervioso parasimpático, que es como tu pedal para frenar el cortisol.
- Mejora la circulación sanguínea y, a su vez, la presión arterial que se presenta en muchos casos de estrés.
Ir a la sauna
Muchos usan la sauna como una forma de desintoxicar el cuerpo y perder algunas libras, pero parece que pocos conocen sus beneficios antiestrés.
La experiencia de visitar una sauna es relajante y terapéutica:
- Ayuda a bajar los niveles de estrés y estar de mejor humor. De hecho, un estudio mostró que las personas que usan la sauna de 5 a 15 veces al mes se sienten menos estresados y de mejor humor que las que la usan menos.
- Al aumentar la circulación, ayuda a reducir el dolor muscular, mejora el movimiento articular y alivia el dolor de la artritis que causan tanto estrés.
- Mejora la circulación, lo que también lleva a la relajación y a producir una sensación de bienestar.
Consentida, no esperes para dar el paso hacia una vida libre de estrés y abrazar un bienestar duradero.
Empieza hoy mismo a implementar estos cambios y descubre cómo el cuidado de tu mente y tu cuerpo pueden transformar tu vida.
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