Todos los días, recibo mensajes de mujeres que se sienten abrumadas, luchando por controlar un estrés que parece invencible.
Yo las entiendo perfectamente. En el mundo acelerado de hoy, no es tarea fácil cumplir con todo lo que se espera de ellas, mientras lidian con sus cambios hormonales.
Para colmo, hay quienes las critican si no tienen el cuerpo, cabello, cejas y uñas en perfecto estado.
En este post, conocerás qué es el cortisol, cómo te afecta y técnicas que de verdad funcionan para disminuir los síntomas del cortisol alto en mujeres.
Qué es el cortisol
¿Conoces esa sensación que recorre tu cuerpo cuando estás a un paso de ser arrollada, tienes que hablar en público o le pedirás el divorcio a tu pareja?
Eso que sientes es el cortisol en acción, preparándote para situaciones amenazantes.
Se conoce como la hormona del estrés, pero no te dejes engañar por su mala fama.
Gracias al cortisol, te despiertas con impulso y motivación para encarar el día.
Además, ayuda en procesos vitales, como la presión arterial, la insulina, convertir los alimentos en energía, reducir la inflamación, y apoyar los ciclos naturales de sueño y vigilia.
Sus niveles normales se comportan igual que el sol. Durante la madrugada, están en su punto más bajo, a medida que amanece, aumentan gradualmente hasta la mañana y disminuyen a lo largo del día, preparándote para descansar, igual a cuando el sol se pone.
A menos que aparezca una situación estresante durante el día, puesto que segregarás un pico alto de cortisol hasta que desaparezca la situación y vuelva a sus niveles normales.
Conoce con mayor profundidad ¿Qué es el cortisol, qué lo produce y para qué sirve?, aquí.
Síntomas de cortisol alto en mujeres
Hasta aquí todo suena maravilloso, ¿verdad?
El problema surge cuando te estresas, día a día, mes a mes y año tras año, por infinidad de situaciones, reales o imaginarias, que te hacen generar cortisol continuamente.
Lo peligroso son sus efectos devastadores a largo plazo, en tu cuerpo, mente y rutina diaria.
¿Cómo se traduce el cortisol alto en tu cotidianidad?
- Sistema inmune débil: te enfermas con frecuencia y te cuesta recuperarte.
- Ganancia o pérdida de peso: a pesar de hacer ejercicio y comer bien, ganas peso rápidamente o, por el contrario, adelgazas comiendo lo habitual.
- Problemas para dormir: te resulta difícil conciliar el sueño y despiertas durante la noche, provocándote hambre, cansancio y mal humor al día siguiente.
- Malestares gastrointestinales: acidez, estreñimiento, náuseas, diarrea, indigestión, dolores de estómago e, incluso, trastornos gastrointestinales crónicos.
- Desequilibrios hormonales: puede causar alteración o ausencia de la menstruación. Y si estás en premenopausia o menopausia, se agravan los sofocos, sudores nocturnos, ansiedad, entre otros.
- Problemas cognitivos: te cuesta recordar cosas y enfocarte en tus tareas es una tarea titánica.
- Estado de ánimo inestable: estás irritable, ansiosa o triste, sin motivos aparentes.
- Baja líbido: disminuye el deseo sexual y pierdes interés en la intimidad.
- Problemas cutáneos: brotes de acné, sequedad o irritación en la piel.
- Enfermedades cardiovasculares: aumenta el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiacas.
- Desequilirbio tiroideo: produces menos o demasiadas hormonas tiroideas, pudiendo causar hiper o hipotiroidismo, o enfermedades autoinmunes como Hashimoto y Graves.
Recuerda que estos y otros síntomas pueden tener su origen en altos niveles de cortisol, o por otras afecciones de salud y desbalances hormonales.
Lo ideal es consultar con tu médico.
Cómo saber si tus niveles de cortisol son altos
Existen pruebas de laboratorio, como las de saliva, sangre y orina, que arrojan datos sobre los niveles de cortisol.
Sin embargo, para encontrar un patrón que refleje tus niveles cotidianos de cortisol, tendrías que realizar estas pruebas a diario por tiempo prolongado.
Y, honestamente, creo que terminarías más estresada, por gastar tiempo y dinero que podrías invertir en otros asuntos importantes.
Lo mejor es guiarte por tu estado mental, emocional y físico.
Aquí te dejo un artículo que te servirá como guía, donde te explico cómo se siente tener niveles altos de cortisol en diferentes momentos del día: ¿Demasiado estrés? Cómo alcanzar valores normales de cortisol.
Ahora bien, si tus síntomas son agudos y tu médico desea descartar enfermedades como la de Cushing (exposición prolongada de cortisol en la sangre), las pruebas de laboratorio serían necesarias.
Una herramienta antiestrés: círculos de influencia, preocupación y control
El concepto de los círculos de preocupación, influencia y control es útil para identificar lo que no puedes controlar, evitando el desgaste mental. Consta de 3 ámbitos:
- Círculo de Preocupación: imagina que tienes una reunión de trabajo importante, pero cayó una lluvia torrencial y el tráfico está atascado…. ¡Qué estrés!
- Círculo de influencia: son las áreas de tu vida en las que tienes influencia y control directo, como tus acciones, decisiones y comportamientos. Te permite tomar medidas concretas para mejorar tus circunstancias.
Por ejemplo: si te estresa tener sobrepeso, tienes influencia directa sobre tu salud, peso y bienestar. Puedes decidir hacer ejercicio regularmente, comer saludable y practicar técnicas de relajación para minimizar el estrés.
- Círculo de control: tienes control total sobre cómo reaccionas emocionalmente frente a situaciones estresantes.
Tal como cuando, en vez de estresarte por contratiempos o cambios en tus planes por factores externos, te enfocas en mantener una actitud positiva, encontrar soluciones y adaptarte a las circunstancias de manera tranquila.
11 soluciones para los síntomas de cortisol altos
Están validadas por la ciencia y millones de personas que hoy se sienten mejor que nunca.
No te estreses consentida, no tienes que hacerlas todas de golpe; ve probándolas y quédate con las que mejor te funcionan.
- Prioriza el autocuidado: ¿desde cuándo no dedicas un momento solo para ti? Reserva al menos una hora al día para consentirte; toma un baño relajante, lee un libro pendiente, date un masaje o visita la peluquería.
- Practica técnicas de relajación: respira profundamente concentrándote en tu abdomen, medita aunque al menos 5 minutos, preferiblemente al despertar, practica yoga o tai chi. Está demostrado que estas actividades promueven la relajación.
- Establece límites saludables: deja de lado la culpa y aprende a decir "no" cuando sea necesario. Evitarás abarrotar esa agenda interminable que te deja agotada.
- Duerme lo suficiente: asegúrate de dormir de 7 a 8 horas por noche. Es esencial para regular tus hormonas y manejar el estrés. ¿Tienes problemas para dormir? Prueba un suplemento de magnesio combinado con melatonina. Y, por favor, apaga los dispositivos electrónicos 2 horas antes de acostarte.
- Practica la gratitud: enfócate en las cosas positivas de tu vida y agradece. Lleva un diario o dedica unos minutos para reflexionar sobre ellas.
- Crea rutinas: no se trata de ser un robot haciendo siempre lo mismo. Establecer horarios para comer, ejercitarte, trabajar, descansar y divertirte crea una sensación de seguridad y estabilidad que ayuda a reducir el estrés.
- Socializa: salir con amigas te ayudará a olvidarte de los problemas por un rato. Además, podrás drenar tus preocupaciones y buscar soluciones a lo que te agobia.
- Evita las noticias negativas: estar informada es importante, pero exponerte excesivamente a noticias negativas aumenta el estrés; mejor, modéralas.
- Cuida lo que comes: hay alimentos que aumentan el nivel de cortisol, como los procesados, ricos en grasas saturadas y azúcares refinados. Opta por una dieta equilibrada que incluya alimentos frescos, verduras, frutas, proteínas magras y grasas saludables. Opta por una alimentación balanceada y lo más orgánica posible.
- Suplementos adecuados: ashwagandha, magnesio y las vitaminas del grupo B ayudarán a que tu sistema nervioso se relaje y tengas un estado de ánimo más equilibrado sin dejarte atontada durante el día.
- Reflexiona sobre eventos estresantes superados: las mujeres son unas guerreras, solo que a veces olvidan todo lo que han logrado. Intenta recordar esos eventos estresantes que pensaste que iban a salir muy mal, pero no fue así, o aquellos de los que saliste fortalecida. Te dará un halo de seguridad ante acontecimientos retadores en el futuro.
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.